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Conflictos familiares

 

Conflictos familiares

 

Cuando las   familias  atraviesan  un  conflicto  se  encuentran sin dirección, esta es un momento de desarmonía, desequilibrio, aparecen problemas que no fueron  resueltos cuando aparecieron  y  que quedaron enterrados. El conflicto aparece cuando una situación  de tensión  presiona  a la familia requiere ciertos  cambios que no se pueden  producir por una inflexibilidad o rigidez en esta, o bien porque supera sus recursos. Las reglas y los roles de la  familia se hacen confusas. Los valores y objetivos pierden importancia. Se ceden las expectativas. Una  crisis lleva a semejante estado y es necesario un cambio decisivo.

Cuando se piensa en la  palabra "conflicto" inmediatamente aparece su sinónimo, "peligro" en la mente de las personas. Un problema, una crisis, son situaciones de peligro porque presentan acontecimientos poco habituales o desconocidas, conlleva la necesidad de un cambio y la consiguiente "perdida" de algo, que puede empeorar las cosas. Pero al mismo tiempo brindan la oportunidad de crecer y aprender.

Los conflictos no son situaciones patológicas, sino momentos evolutivos, de crecimiento de la familia, atraviesan todos los seres humanos. No obstante, hay crisis que se acarrean durante toda la vida y que pueden convertirse en disfuncionales sino se logra una solución o cambio favorable.

Tipos de conflictos:

Se puede dividir en 4 tipos diferentes:

_ Crisis de evolución o del ciclo vital: es inevitable una crisis en cada etapa vital. Son los conflictos más esperados y universales, pero que requiere de cambios dentro del sistema familiar. Algunos de estos cambios pueden ser repentinos o dramáticos y otros leves y graduales. Son crisis reales, y deberían ser  manifiestas.

_crisis externas: son sucesos  inesperados. Son las más simples. El gran peligro aparece cuando se buscan culpables y se comienza a pensar en lo que se podría haber hecho para evitar la crisis en lugar de tratar de adaptarse  de la situación.

_ Crisis estructurales: son las más complicadas. Hay crisis reiteradas (la familia repite antiguas crisis). Lo mas factible es que la tensión surja de fuerzas encubiertas e internas estos  conflictos tratan de evitar que se produzca un cambio.

_ Crisis de atención: se presenta en familias con uno o más miembros desvalidos o dependientes. Este miembro mantiene a toda la familia ferrada con sus reclamos de cuidado y atención. La crisis mas graves se presentan se requieren una ayuda tan especializada que no se puede sustituir la labor en caso de ser necesario.

 

     
Los conflictos familiares son tan variados como la gente involucrada en ellos. La confusión puede ser producto de un esposo trabajólico, cuya esposa se siente sola y resentida con él (y con el trabajo que lo aleja de ella); hijos que son fuente continua de conflictos familiares, agravados por la falta de consistencia de los progenitores en destrezas paternas; familias mezcladas, en las cuales hay un padrastro o madrastra no aceptado o parientes políticos que son fuente de conflictos familiares. En sus hogares, las parejas y familias se separan por abuso verbal, físico o emocional

 

¿ES REALMENTE NECESARIO PELEARSE CON SUS HIJOS?

 

Las batallas en toda regla entre padres e hijos suelen ser destructivas, y, a menudo, innecesarias. Si hay que pelear, elija con inteligencia sus batallas. Concéntrese en lo que tiene verdadera importancia, es decir, en temas esenciales. Entre ellos podrían citarse la honestidad, la integridad y la comunicación. Estos temas variarán según su propia escala de valores. Deberá determinar cuál es la importancia real de una situación.

 Los enfados y las discusiones acaloradas tienen, en su origen, un sentimiento de impotencia. Muchos de nosotros nos criamos pensando que los padres buenos por definición controlan siempre los actos y la conducta de sus hijos. Así pues, cuando un niño se pasa de la raya, el padre, de alguna manera, puede sentirse incompetente y fuera de lugar. Para compensar ese sentimiento, puede recurrir al escándalo gigantesco. Intente recordar que el hecho de que su hijo le desafíe no significa, en ningún momento, que usted sea un fracasado como padre.

"SI TIENE PROBLEMAS PARA CONTROLAR SUS ENFADOS, NO GOLPEE A UN NIÑO BAJO NINGUNA CIRCUNSTANCIA".

Bibliografia: Hojas de Práctica del Profesor Cesar Rosas

Cristhian Lachira Sosa

 

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